jueves, 22 de septiembre de 2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

Si lo que nos gusta durara toda la eternidad, perdería su encanto.

Es verdad eso de que nunca se valoran las cosas hasta que se pierden. Ni siquiera algo tan insignificante como el verano. Con él se han ido las noches de fiesta hasta la mañana siguiente, las mañanas y tardes bajo el sol con ellos, los días de piscina, las fotos infraganti, las sorpresas de las resacas, el conocer a gente nueva cada fin de semana, los besos bajo la Luna, los dulces sueños de las siestas, la sensación al notar tu pelo húmedo sobre tus hombros al sol... 
Como todos los años, este supera al anterior. Las personas con las que lo has pasado te hacen agradable el recuerdo de cada uno de esos momentos. Hasta hoy he sido la chica más feliz del mundo, hasta con todas las preocupaciones de estos meses, y ahora me doy cuenta. 
Echaré de menos todas las cosas que nos han acompañado desde junio hasta septiembre. La ropa, los olores, la música, los paisajes, las palabras... 



Una de las cosas que más duelen son las despedidas. Pero aquí hay una cosa segura, esto no es un adiós, sino un hasta el año que viene. 

miércoles, 7 de septiembre de 2011